Los chicos están tristes por la muerte de su amigo Chanquete y por el final de las vacaciones. Deciden hacer algo especial por ser el último día juntos, pero no se les ocurre nada y se aburren. Julia les invita a su casa a merendar y, después, van a ver cómo se llevan La Dorada. En su lugar plantan un árbol. Al día siguiente, todos se despiden hasta el año próximo. Julia es la última en marcharse del pueblo, dejándole a Pancho un regalo muy especial.