Alberto vuelve de su viaje de novios con Cristina con la ilusión de retomar nuevamente la dirección de su negocio, pero se encuentra con la sorpresa de que ahora es su cuñado Enrique quien controla las acciones de los Otegui, y por tanto las Galerías. La guerra entre ambos no ha hecho más que comenzar… Por otro lado, Ana intenta olvidar a su antiguo amor y esta vez tendrá un aliciente que tal vez la ayude más de lo que cree. Carlos, el piloto que conoció el día de la boda de Alberto y Cristina, está dispuesto a que la joven costurera sea algo más que una simple chica a la que salvó de ser atropellada.